La próxima vez que vayas al supermercado haz la prueba: ve a la zona de alimentación y mira alrededor. Te pongas donde te pongas, probablemente verás algún producto cárnico.

Y no, no es porque seamos omnívoros, es porque la industria cárnica nos inunda con sus productos provenientes de la ganadería industrial. Sí, esa ganadería que es la máxima responsable del calentamiento global y del peor maltrato animal conocido.

Ser omnívoros no significa que tengamos que basar nuestra alimentación en la carne y el pescado. Ser omnívoros significa que podemos conseguir los nutrientes que necesita nuestro organismo de una gran diversidad de alimentos. De hecho, basar nuestra alimentación en vegetales y alternativas a la carnees sano y bueno para todos.

 

«Ya hay países como Holanda que recomiendan reducir el consumo de carne a dos veces a la semana».

 

Lo resumía perfectamente Nicholas Stern, presidente del Centro para Economías y Políticas contra el Cambio Climático. Como afirma Stern, un mundo sostenible tiene que ser necesariamente vegetariano, ya que el gasto de agua y la producción de gases de efecto invernadero para producir cárnicos es descomunal.

En un discurso, afirmaba que, «si todo sigue como hasta ahora, las temperaturas subirán hasta cinco grados en un siglo y el sur de Europa será un desierto. Ser carnívoro se volverá inaceptable, como ahora lo es conducir ebrio».

Pero si te cuesta, siempre tienes la posibilidad de reducir tu consumo de carne. Ya hay países como Holanda que recomiendan reducir el consumo de carne a dos veces a la semana. Otros, como China, proyectan reducir el consumo de carne en un 50%. Los gobiernos saben que es necesario y posible hacerlo y algunos ya nos los recomiendan.

Las instituciones internacionales de salud llevan tiempo aconsejando que comamos más verduras, legumbres, cereales y fruta y reduzcamos el consumo de carne. Porque el consumo de carne es ya un problema de salud pública.

Ahora, la pregunta es, si además de todos estos datos, sumamos que somos amantes de los animales, ¿qué más necesitamos para convencernos de que podemos reducir nuestro consumo de carne? De hecho, millones de personas en todo el mundo son la prueba de que también podemos vivir alimentándonos de manera vegetariana y estar perfectamente sanos.

¿No es un buen día para empezar a intentarlo?

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